lunes, 16 de junio de 2014

Una escalera

Cada peldaño es una meta en tu vida.
Vas subiendo poco a poco.
Si tropiezas no te preocupes si vuelves a bajar a otro escalón.
La próxima vez colocarás el pie con más firmeza.
Si subes rápidamente, el riesgo de caída es mayor.
La vida puede ser como una escalera. Hay escaleras de caracol que nos dan vueltas, nos cuesta subirlas por tantos giros que dan. Una vez alcanzada la llegada, te sientes maread@ pero content@ por llegar hasta arriba.
Otras tienen los peldaños muy altos, más complicados de subir, las metas son más difíciles de alcanzar.
Pero por eso, haz que tus pasos sean firmes, ve despacio, con seguridad, los pies bien apoyados en el suelo.
No mires hacia abajo, siempre al frente.
Tus pasos son decisivos a la hora de conseguir tus metas.

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