Una mirada habla más que mil palabras. Cierto.
Tristeza, alegría, enfado, sorpresa, nostalgia...
Con nuestros ojos, nuestra mirada, podemos expresar todos los sentimientos sin ningún tipo de engaño.
Con las palabras mentimos. Un "estoy bien" podemos averiguar que no es cierto con sólo mirar esos ojos y ver que están tristes.
No podemos ocultar un enfado si no dejamos de fruncir el ceño.
No podemos tapar una mentira si nuestras pupilas se dilatan.
No podemos negar que estamos pensando en algo si nuestra mirada está perdida.
Para conocer a una persona sólo tenemos que dirigirnos hacia sus ojos, ya sean pequeños, grandes, verdes o negros, y ver que se esconde detrás de ellos.
"Quién hablar puede con los ojos, podrá besar con la mirada"
Gustavo Adolfo Bécquer
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