Sálvese quién pueda, quién esté libre de pecado, quién nunca haya criticado, amado, perdonado...
Quién nunca se haya contradicho, el que nunca ha sido falso, o el que nunca ha juzgado.
No soy perfecta, me he equivocado muchas veces, y lo seguiré haciendo, porque gracias a eso, estoy aprendiendo, estoy creciendo, y me estoy dando cuenta cuánto tengo a mi alrededor. No me preocupa la cantidad, sino la calidad. Y ahora valoro aquello sencillo, puro, la amistad y la envidia sana. A los que me importan, les digo las cosas como son, sin miedo, porque es necesario para mí y para ellos.
Sálvese quién pueda... Yo ya prefiero vivir, no ser manipulada y hacer las cosas con miedo de defraudar a alguien por no seguir su patrón.
Vivir y dejar vivir. Disfrutar y dejar disfrutar. Valorar todo lo que tienes a tu alrededor.
Mente sana.
Sálvese quien pueda, y el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.